"Ping-pong" de dibujos entre dos artistas de Colombia y Tailandia 2
La artista colombiana Angélica María Zorrilla y el tailandés Kriangkrai Kongkhanun exhiben en Bangkok una serie de dibujos
viernes, 11 de octubre de 2013
'Ping-pong' de dibujos entre dos artistas de Colombia y Tailandia. |
Bangkok, 11 oct (EFE).- La artista colombiana Angélica María Zorrilla y el tailandés Kriangkrai Kongkhanun exhiben en Bangkok una serie de dibujos en los que interpretan conceptos como "cielo", "ira" o "silencio" en un juego de "ping-pong" artístico.
Cada creador eligió diez palabras y con las veinte elaboraron cuadros individuales en los que expresan lo que cada concepto les evoca a través del dibujo, combinado con otras técnicas como la xilografía o la goma arábiga.
"El proyecto nació a partir del artista colombiano José Antonio Suárez Londoño.
Cuatro artistas colombianos y otros cuatro de China, India, Australia y Tailandia nos enviamos palabras para crear un diálogo artístico", explica a Efe la colombiana.
"Backforth" o "Ping-pong" (como se conoce en Colombia a esta iniciativa de las autoridades de ese país) se exhibe hasta el 31 de octubre en el Museo de la Universidad de Chulalongkorn, que acoge un total de cuarenta cuadros emparejados en torno a cada palabra.
'Ping-pong' de dibujos entre dos artistas de Colombia y Tailandia. |
En el caso de "Bangkok", la creación de la colombiana consiste en un mapamundi en el que el continente americano está representado en su forma primitiva, como aparecía en los primeros mapas, y el continente asiático acoge dibujos de Kriangkrai.
Para Kriangkrai, "Bangkok" le evocó rostros siniestros y sombras negras que sugieren caos y bullicio a través de un dibujo realizado con lápiz, tinta china y xilografía.
"Angélica es más conceptual, medita mucho los dibujos que va a realizar.
Así, cada uno interpreta, según los parámetros de su propio universo creativo, palabras o conceptos como "humano", "espíritu", "cultura", "naturaleza", "corazón", "fuego" o "juntos".
En torno a este último término, Kriangkrai aglutina a los fantasmas malignos que acechan al hombre en una nube perversa y con los que combate el espíritu, de color rojo, para recuperar la esencia humana de paz y serenidad.
"Mi trabajo gira en torno de lo negativo, del lado oscuro que acecha al ser humano", dice entre risas el pintor tailandés, que sin embargo tiene un carácter más bien afable y extrovertido.
Formado en Tailandia e Italia, Kriangkrai combina en su arte una mezcla de influencias de los murales budistas, el renacimiento italiano o el cómic japonés y sus trabajos se han exhibido en un gran número de países, como Francia, Mónaco o Estados Unidos.
En su arte, recurre asiduamente a un imaginario de espectros con colmillos amenazantes, seres alados, serpientes y dragones.
Por su parte, Zorrilla se mueve en un mundo más conceptual, alimentado por numerosas fuentes literarias y artísticas, y presta mucha importancia a las texturas y el soporte, para el que utiliza materiales no convencionales como papeles antiguos o filtros de café reciclados.
"Mis obras son conflictivas en el mundo del arte porque los coleccionistas buscan cosas inmutables y yo utilizo materiales que evolucionan, cambian con el tiempo, como papel con hongos", afirma la colombiana, que imparte clases en la Universidad Pontificia Javeriana en Bogotá.
En "juntos", dibujó con un viejo lápiz-tinta, utilizado antiguamente para rellenar documentos legales, a una pareja jugando al ping-pong, un mensaje subliminal al rechazo que este nombre provoca en algunos tailandeses que la relacionan con algunos espectáculos sexuales en los barrios rojos de Bangkok.
Para el término "espíritu", Zorrilla acude al cuento de Borges del "pajaro goofus, que construye el nido al revés y vuela para atrás, porque no le importa adónde va, sino dónde estuvo".
Mientras que en "corazón", enmarca varios de estos órganos correspondientes a la ternera, pollo, cerdo y pez.
Y debajo la cita de la escritora francesa Marguerite Yourcenar: "Un coeur, c'est peut-être malpropre.
C'est de l'ordre de la table d'anatomie et de l'étal de boucher. Je préfère ton corps" ("Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador del carnicero.
Yo prefiero tu cuerpo").